Descendió, descendió y descendió, sin embargo aparentemente
no encontró lo que ansiaba. Nada envuelto en nada, en pedazos de ilusiones y
recuerdos olvidados. Cada vez más profundo, y más profundamente perdía algo de
sí mismo. Más allá, en ese páramo oscuro, denso, sin aliento se encontraba, sintiéndose
que era sin ser, que cuanto más descendía, más continuaba perdiendo, perdiendo lo
que creía ser y encontrando poco a poco lo que realmente era. Cenizas, cenizas
y más cenizas, apenas quedaba aquello de su travesía, todo lo demás había desaparecido
como las sombras en la niebla. Cenizas, pero cenizas puras de una esencia que
siempre estuvo allí, que guio aquel viaje tormentoso hacia una mayor compresión
de la vida. Cenizas que esconden la semilla del despertar, de la transformación.
Por fin entendió el valor de aquello, su enorme significado. Porque aquellas
cenizas simbolizaban su espíritu y su triunfo.
martes, 28 de julio de 2015
jueves, 4 de junio de 2015
Sentimientos
Y desde el lugar más recóndito surgió una luz incandescente. Luz generosa, luz grácil, luz iluminadora de sentimientos escondidos y atormentados. Sentimientos profundos arraigados en un mundo que no les pertenece, en un mundo en el que se sienten desvirtuados, alejados de su verdadera realidad. Con calma pero agitados, estremecidos en una tranquilidad disipada, su tiempo ha llegado, su luz salvadora. Expuestos al fin, a su mundo feliz, sentimientos puros son llenos de armonía y color. Se expresan en su esencia, tras dejar atrás su exilio en ese mundo desdichado. Porque los sentimientos liberados, de cadenas y oscuridad, renacen siempre en una forma bella de admirar… y de amar.
jueves, 28 de mayo de 2015
Amor y destino
Amor de leyenda, amor verdadero, amor profundo, amor cósmico. Miradas cómplices, miradas serenas, miradas conectadas, miradas gemelas. Corazones entrelazados, corazones que laten al ritmo de la vida, corazones que comparten un mismo destino. Felicidad trascendente, felicidad por siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)